Karin Wegemann (Nadja Uhl) ha dejado su lucha contra la prostitución infantil, por la frustración que ofrece, una y otra vez, la burocracia. Ahora enseña en la academia de policía. Pero un día conoce al periodista de investigación Maik Fellner (André Szymanski), quien investiga el tráfico de niños durante años en Alemania. También él se siente frustrado, porque sus artículos no encuentran un llamado de atención en la gente. Fellner en este momento está tras la pista de una red de tráfico de niños en Potsdam, y así logra contactarse con una niña de 14 años. Sin más preámbulos, decide que Karin Wegemann tiene que actuar: ella reabre las investigaciones y encuentra a su lado, a su colega Ronald Krug (Mišel Maticevic), pero no está segura si puede confiar de su compañero.

Ayer èramos unos desconocidos es un drama alemán sobre una relación padre-hija compleja. Sophie ( Lisa Wagner ) es una ambiciosa joven ingeniero civil que sabe cómo prevalecer en el mundo de los hombres. Sin embargo, tiene un punto débil: su padre Charles ( Thomas Thieme ).

Mutée à Hambourg dans une unité de la police judiciaire, la commissaire Katharina Tempel doit enquêter sur la disparition d’un couple de médecins. Ulla Leitermann est bien parvenue à appeler brièvement à l’aide, mais à l’arrivée de la police, elle et son mari avaient disparu. Aux côtés de son nouveau chef Georg König et de sa collègue Dela Tahiri, la jeune policière se lance avec zèle dans cette première mission. L’équipe ne tarde pas à découvrir Hans Leitermann, inconscient sur sa péniche, mais ne trouve aucune trace de son épouse. Les deux praticiens gèrent une clinique de diagnostic prénatal, où sont pratiquées des interruptions de grossesse. Se sont-ils fait des ennemis parmi les militants anti-avortement ? Ulla est-elle encore en vie ? Au fil de l’enquête, Katharina plonge dans une spirale de plus en plus sombre, qui la confronte à ses propres démons…

Philipp Wagner, un vendedor de coches, tiene un carácter más bien depresivo. Su jefe, que es el hermano de su novia Katja, lo desprecia. Un día, mientras está conduciendo, Philipp choca con la bicicleta de un niño y se escapa. Tiene muchos remordimientos y entra en contacto con Laura, la madre del niño pero no consigue confesar que es el responsable del accidente. Su existencia se vuelve cada vez más dolorosa, como la de Laura.

Importantes instituciones alemanas y algunos miembros del gobierno están involucrados en una conspiración cuyo fin es encubrir los crímenes de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).